MAMAS julio 2009
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Todo Sobre El Sexo Durante El Embarazo

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Mensaje  kampanilla Miér Jun 10, 2009 5:48 pm

¿Puedo tener relaciones sexuales mientras estoy embarazada?

¡Claro que sí! Si tu embarazo es normal, puedes tener relaciones hasta justo antes de romper aguas . Pero si tienes problemas durante el embarazo, por ejemplo, si tienes placenta previa, un historial de abortos espontáneos, o tienes pérdidas de sangre, pregúntale a tu ginecólogo.

¿Pueden las relaciones sexuales dañar al bebé?

No le vas a hacer daño a tu bebé por hacer el amor. El cuello del útero está sellado por una gruesa membrana mucosa que lo protege contra infecciones. El saco amniótico y los fuertes músculos del útero también protegen al bebé. Aunque quizás tu bebé se mueva un poco después de que alcances el orgasmo, no es porque se esté dando cuenta de lo que pasa o porque le duela, sino porque siente cómo se aceleran los latidos de tu corazón. Hay algunas circunstancias especiales, como las que mencionábamos arriba, en las que quizás tu ginecólogo quizás te recomiende que no hagas el amor.

¿Disfrutaré tanto como antes?

Eso depende de cada mujer. Para algunas es incluso más placentero, para otras menos.

La pelvis tiene más riego sanguíneo durante el embarazo, lo cual puede causar hinchazón de los genitales y aumentar las sensaciones de placer. Además, tienes más flujo vaginal y humedad durante el embarazo, lo que también puede ser una ventaja.

Por otro lado, quizás estos cambios no te gusten y sientas que esa misma hinchazón te produce una sensación incómoda. Algunas mujeres también sienten retortijones o espasmos (como los de la menstruación) durante el acto sexual o después del mismo.

Es posible que tus pechos estén hipersensibles y te duelan sólo con rozarlos, especialmente durante el primer trimestre. Esta sensibilidad generalmente disminuye con el paso de los meses, pero a menudo los pechos siguen estando más sensibles de lo normal. A algunas mujeres esta sensación les parece agradable, mientras que otras prefieren que ni se los toquen.

Si algo te resulta incómodo, díselo a tu pareja, incluso si es algo que antes hacíais siempre. Si notas que sientes deseo sexual, pero no disfrutas con la penetración, considera otras actividades eróticas que no requieran la penetración, como el sexo oral o satisfaceros manualmente. Lo mejor es experimentar para encontrar la forma de hacer el amor que os permita disfrutar a ambos.

Y recuerda que la intimidad física va mucho más allá del sexo. Si no tienes ganas de tener relaciones sexuales o tu ginecólogo te lo ha prohibido, podéis besaros, abrazaros, acariciaros y sentiros unidos a través de esa cercanía física y afectiva.

Desde que me quedé embarazada no tengo ganas de hacer el amor. ¿Es normal?

Hay una gama muy amplia de experiencias individuales en cuanto al deseo sexual durante el embarazo. Algunas mujeres sienten un deseo mucho más intenso cuando están embarazadas, mientras que otras no están muy interesadas en el sexo. Muchas mujeres sienten que su apetito sexual fluctúa, dependiendo quizás de cómo se sienten física y emocionalmente.

Quizás estés demasiado cansada, indispuesta o irritable para hacer el amor, sobre todo durante el primer trimestre. Es bastante común sentirse abrumada por los cambios emocionales y físicos que estás experimentando. Pero no te desanimes: en el segundo trimestre, por lo general, el deseo sexual aumenta, una vez que las náuseas y el cansancio se van estabilizando.

Sin embargo, con frecuencia el deseo disminuye de nuevo en el tercer trimestre, sobre todo en los últimos dos meses antes del parto. En este momento quizás estés ya muy grande, molesta o cansada para hacer el amor cómodamente. Puede que no te sientas a gusto con el aspecto de tu cuerpo o estés preocupada por el parto, que ya está muy cerca.

Explícale a tu pareja cómo te sientes y asegúrale que lo sigues queriendo. Es crucial mantener una buena comunicación y apoyarse mutuamente mientras pasáis juntos por todos estos cambios.

Y mi pareja, ¿me deseará tanto como antes?

La mayoría de los hombres encuentran a sus mujeres tan atractivas como siempre cuando están embarazadas o incluso más, pero no todos. Hay varias razones por las que el deseo sexual de tu pareja puede disminuir durante una parte de tu embarazo. Por ejemplo, quizás está nervioso por la responsabilidad que se le avecina, y esta ansiedad puede afectar su deseo sexual.

Probablemente la causa más común de la disminución del deseo masculino durante el embarazo es el miedo de que la penetración pueda hacerle daño al bebé. Si tu marido necesita que lo tranquilicen respecto a este punto, pídele que vaya contigo a una visita prenatal para que el ginecólogo le pueda hablar del tema.

Lo más importante es que habléis sobre vuestros miedos y ansiedades, así como sobre vuestras necesidades y deseos. Una buena comunicación puede disminuir la tensión, ayudaros a relajaros y disfrutar el uno del otro así como a encontrar maneras de crear momentos de intimidad, tanto si incluyen el acto sexual como si no lo incluyen.

¿Es seguro el sexo oral?

En general, sí que es seguro. Lo que debe evitarse es que tu pareja sople aire en tu área genital. Si entra el aire en la vagina podría causar una embolia por aire (una burbuja de aire que se mete en tu corriente sanguínea). Esto sucede muy rara vez, pero podría poner en peligro tu vida o la de tu bebé.

Tampoco es seguro que tu pareja te haga sexo oral durante el embarazo si tiene un brote de herpes en la boca o siente que le va a salir uno. Y durante el tercer trimestre, si tu pareja ha padecido herpes bucal alguna vez, debería abstenerse por completo de practicar el sexo oral, tanto si tiene síntomas como si no los tiene.

Si no estás segura de si tu pareja tiene o no el virus del Sida, puedes usar una barrera dental (es una pieza de látex que se coloca entre tus genitales y la boca de tu pareja). Hay evidencias que sugieren que una persona puede transmitir el virus del Sida a otra a través de pequeños cortes o heridas de la boca.

¿Cómo puedo protegerme de las enfermedades de transmisión sexual?

Si corres el riesgo de ser infectada con una enfermedad de transmisión sexual — es decir, no tienes una relación de pareja exclusiva y monógama con una persona que no padece ninguna infección — deberías abstenerte de realizar el acto sexual o, por lo menos, utilizar condones de látex cada vez que tienes relaciones con penetración. Si no puede usar látex, puedes optar por condones masculinos o femeninos de poliuretano.

¿Cuáles son las posiciones más cómodas?

Quizás tendrás que experimentar un poco con distintas posiciones para encontrar las que mejor te van. Encontrar una posición cómoda se hace más difícil a medida que tu vientre crece.

Por ejemplo, la posición de misionero (con el hombre arriba) es más difícil a medida que tu embarazo progresa y casi imposible hacia el final del embarazo. (Si usas esta posición después del primer trimestre, tu pareja no debe apoyarse en su abdomen con todo su peso. Ponte una almohada debajo para no estar echada plana sobre la espalda.)

El embarazo les da a algunas parejas la oportunidad de volverse creativos y probar nuevas posiciones. Aquí hay algunas de las más cómodas y algunos truquitos para hacer el amor mientras estás embarazada. ¡Que lo disfrutes!

• Tú mandas. Ponte sobre tu pareja. De esta forma no habrá peso sobre tu abdomen y podrás controlar la profundidad de la penetración.

• ¡A cabalgar! Pídele a tu pareja que se siente en una silla (resistente) y siéntate sobre él. Esta posición tampoco pone peso sobre el útero.

• Suavecito. Acostaros de lado, con tu pareja detrás tuyo, como dos cucharas pegadas. La penetración así es menos profunda, lo cual a veces se agradece, ya que a medida que avanza el embarazo una penetración muy profunda puede resultar incómoda.

• Ponte de lado. Si tu pareja se te pone encima, tendrá que hacer muchas acrobacias cuando tu barriga esté ya grande. Pero si estáis medio de lado, contigo de cara a tu pareja, su peso no recaerá de pleno sobre tu útero. Ponte una almohada detrás de la espalda para poder apoyarte y quedar en ángulo.

• Sexy. Saca partido de la cama. Si te echas de espaldas con las rodillas dobladas, y con los pies y el trasero apoyados en el borde de la cama, tu barriga no será un obstáculo. Tu pareja puede arrodillarse en el borde de la cama o ponerse de pie frente a ti. (Después del primer trimestre, ponte una almohada bajo un costado para no quedar completamente echada plana sobre la espalda.)

• Firme. Ponte "a cuatro patas", apoyada sobre las manos y las rodillas. Tu pareja puede arrodillarse y penetrarte desde detrás.

No te preocupes, quien la sigue la consigue. Con un poquito de creatividad, seguro que encontraréis la manera de seguir disfrutando del sexo.

¿Hay algún síntoma por el que tengo que ir al hospital o llamar a mi ginecólogo o matrona?

Es normal sentir algún retortijón o contracción suave durante el acto sexual, durante el orgasmo, o justo después, pero si no se te pasan al cabo de unos minutos, o si tienes dolor o hemorragia vaginal después de hacer el amor, acude a tu centro de salud u hospital o habla con tu ginecólogo o matrona.

No dudes en hablar con tu ginecólogo si tienes cualquier pregunta o preocupación sobre las relaciones sexuales, sobre todo si no sabes con seguridad si debes abstenerte de tener relaciones o si tienes miedo de que le hagan daño al bebé. Si el médico te dice que no puedes tener relaciones sexuales, pregúntale si se refiere solamente a evitar la penetración, o si es que debes evitar por completo tener un orgasmo
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